Yo quería perderme en el amor, naufragar en su océano y
soñarlo infinito. Quería que su amor fuera mi reino, todos mis horizontes. Mi
hogar, mi abrigo del mundo y de mis miedos.
Fue un error. El amor se convirtió en la tela que cubre los
barrotes de la jaula del pájaro que se empeña una y otra vez en la misma
canción, aunque ya nadie la escuche.
¿Y ella? Se queda debajo de mi piel. Hasta que volvamos a encontrarnos. Libres. Hasta que volvamos a ser música o encontremos un hilito dorado enredado en nuestros ombligos.
Ahora tengo que crear el mundo en el que quiero vivir.
Ahora tengo que crear el mundo en el que quiero vivir.
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